El hotel conserva su estructura colonial original, con techos de doble altura y arcos de inspiración morisca, lo que le otorga un gran valor arquitectónico. Además, cuenta con jardines internos de vegetación exuberante que recrean una atmósfera de romanticismo y relajación.
Las habitaciones y suites del hotel están cuidadosamente renovadas y ofrecen los más altos estándares de hotelería mundial. Cuentan con decoraciones excepcionales que transportan a los huéspedes al siglo XVII. Hay habitaciones coloniales de 37 a 47 m², habitaciones coloniales con dos ambientes de 50 a 69 m², y suites de lujo de hasta 140 m² con vistas maravillosas y acceso exclusivo a ascensor y jacuzzi privado.
El hotel ofrece una experiencia gastronómica ancestral de las costas caribe y pacífica del territorio colombiano, en un entorno marroquí de reconocidos arcos de la época colonial y con un toque de sofisticación.
El hotel ofrece diversas actividades y experiencias auténticas de la región, como un gimnasio para mantener la rutina saludable, tratamientos exclusivos en el spa, y eventos en el restaurante con capacidad para 70 personas. Además, se ofrecen programas adaptados a los anhelos de los huéspedes para que complementen su estadía.
Alojarse en este hotel es un regalo para el alma, ya que se encuentra en el corazón de la Ciudad Amurallada, declarada patrimonio histórico y cultural por la UNESCO. El hotel ofrece una experiencia única y lujosa que transporta a los huéspedes a la época colonial, con atención en cada detalle para brindar una experiencia majestuosa.